Cómo descubrí que era «viajera»

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Siempre desee ser caracterizada por algo, no sé por qué ni de donde saqué la idea, pero me encantaba cuando alguien decía una palabra y otro le respondía que eso le recordaba a una persona en especial, entonces durante mucho tiempo fui observando el alrededor y pensaba que sería lo que a mí me identificaría en un futuro. Creo que a mi ego le fascinaba la idea de que alguien vaya caminando por la calle, vea una caja de resaltadores y sonría pensando en mí; ¿arre? no necesitas estar en la cabeza de todos, todo el tiempo, Serena.. por favor.. me lo repito porque hoy me sigue pasando, me cebé y hay mil cosas que me identifican y creo que eso es de lo mejor que nos puede pasar a todos en este tipo de búsqueda: sería mucho más aburrida si hubiera solo una cosa en el mundo que te haga pensar en mí, y sacándome del centro de escena, sería aburrido en general que pocas cosas nos recuerden a nuestra gente, o a nosotros mismos. 

Cuando creé la página de Instagram de AyQ empezaron las cataratas de “acordarse de mi” ya no era Sere, era la chica de las hamburguesas, la de las promociones de vuelos, la ahorrativa en exceso, la que amaba armar valijas, la que se vuelve loca ante una caja de fibrones y la que estudia mucho. En ese momento, en que empecé a encontrar cosas con la que me dibujaba mentalmente, me di cuenta que todos tenemos y tuvimos nuestros propios “iconos” me acuerdo que literalmente yo buscaba emojis para definirme. 

Siempre, es decir siempre, desde el seno materno, soy Sere “la que habla mucho”, la culo inquieto, culo veo culo quiero, desde ese mismo momento más o menos todos saben que lo mejor que me pueden ofrecer es un plato de fideos blancos con queso, después fui la que iba a baile, la que competía, luego unos años  la religiosa, la que misionaba y la que hacía retiros constantemente, terminé el colegio y era la de derecho, la futura abogada, la que se mudó a capital. A la vez mi alergia está a la vista y también es otra forma de atribuírmela. Aún con todo eso sentía que no estaba tan “caracterizada” y justo nació AyQ y hoy soy un millón de cosas. Lo importante es que aprendí que nada nos define más que ser nosotros mismos. Pero está bien reconocer que me encanta que me compartan cosas que los trasladan hacia mí,  como una buena oferta o algo rico, o que me pregunten qué hamburguesa ir a comer o donde compré mis zapatos, eso hace que quiera compartirlo todo. 

Dentro de esta -mala- necesidad de que los demás me marquen que “soy” fue donde me di cuenta que era “viajera”, ya que creía que para serlo tenía que tener 7 viajes por año, mucho más dinero, algún sponsor, muchos más seguidores, etc, etc. Pero no, con solo mi sentimiento bastaba, con que a mí me rebalse la sonrisa a la hora de emitir, con que yo (literalmente) acerque mi nariz a la puerta del avión para olerla, con que converse con todo viajero que me dé lugar, con que mi sentido de vida gire alrededor del ahorro para el viaje… era suficiente. Así lo sentía yo y lo empezó a sentir la gente que me iba siguiendo en las redes sociales, recibí decenas de mensajes al estilo de “me haces viajar con vos”; “le pedí a mis jefes los días de vacaciones porque quiero hacer el mismo recorrido que vos”; “entro a ver tus historias todos los días para viajar virtualmente”; “me trasladaste a ese momento” y algunos más..   

Hay que dejar de llevarse por definiciones que capaz no existen o que ponen los demás…

Según Google Diccionario, la palabra “viajero” significa:  

adjetivo 

1. Que viaja. 

2. Nombre masculino y femenino 

Persona que hace un viaje, especialmente largo. 

Ahí está, ahí lo podemos cortar en “que viaja” “que hace un viaje”. A la vez empieza otra catarata de mis definiciones y mis preguntas, ¿la gente sabrá que el viaje más importante es el que hace uno hacia dentro de sí mismo? ¿Entenderán que nos podemos poner en el papel de viajeros en nuestra propia ciudad, en nuestra propia manzana? 

Una vez que me asigne (y me asignaron) la definición de viajera, me di cuenta que mi tarea era seguir comunicando mis viajes pero también mis sentimientos viajeros. Hablar del “lado b”, entender que para muchos es inaccesible y eso produce una frustración, mostrar mi trabajo detrás de escena para poder ahorrar o para poder lograr determinados objetivos viajeros porque las redes generalmente solo nos muestran el resultado del momento, que es gente siendo feliz por todo el mundo, pero ¿cómo hacemos para aquel que no tiene los recursos o que quiere experimentar diferentes sentimientos en el jardín de su casa? 

Cuando estoy de viaje me conecto con el destino, me ocupo de darle lugar a todo el revuelo de sentimientos que siente mi cuerpo, pero para mí estar con el celular en la mano también es parte del viaje porque quiero llevar a los ojos de los demás en tiempo real algo de lo que yo tengo la fortuna de ver en persona. Cuando ya estoy en casa, me ocupo de ordenar recuerdos y de empezar a escribir los consejos y tips para futuros viajeros. Y empiezo a demostrar cómo es mi vuelta a la rutina, en que estoy cambiada o con qué sentimientos estoy.  

Y en estos momentos (cuarentena) donde veo muy lejos la oportunidad de volver a salir de casa, o cuando tengo cero ahorros y creo que me depara un futuro sin muchos aviones, voy reinventándome para encontrar la forma de seguir conectados con los que solamente me siguen por los mismos. Incluso es un buen momento para ordenar información de viajes pasados o de investigación de viajes futuros. Pero entender que seguramente veamos un cambio de paradigma y que los tiempos para cumplir los deseos no van a ser los mismos.  

Es por eso que estoy leyendo más blogs introspectivos y buscando actividades para trabajar nuestra imaginación, nuestra vista y nuestras ansiedades en nuestro metro cuadrado. 

Hoy los invito a que hagamos una lista de deseos para lo que quede del 2020 y lo que va a durar todo el 2021. Anotemos esos lugares que añoramos conocer, pero de una manera realista, es decir, ¿cuántos ahorros tengo? ¿Qué monto voy a anotar para destinar por mes a este destino? ¿mi puesto laboral es seguro y por eso me permito planear viajes, o es momento de guardar el dinero para otras cosas?

Saltando en Valparaíso 

En cuanto a mí, la incertidumbre sobre mi puesto de trabajo es muy grande, pero igual me hice mi lista “realista” lo digo así porque son destinos que requieren, en general, pocos días para disfrutarlos, podrían ser findes largos o ir dividiendo de a 5 días por destino, a la vez, tenemos cuotas fijas y en pesos por ser destinos nacionales.  

Para este 2020 y 2021 deseo ir por primera vez a:  

1. Cataratas (ARG) 

2. Salta y Jujuy (ARG) 

3. Ushuaia  (ARG) 

4. Catamarca (ARG)

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