El norte argentino era mi gran pendiente y conocerlo se concretó de manera maravillosa. Abrí la convocatoria en mi Instagram en noviembre 2021 y se sumaron 11 viajeras, entre ellas 2 chicas que ya habían viajado con mis grupales y mi mamá, que también tenía este deseo pendiente! Todas aprovechamos #previaje y con eso ahorramos bastante.
El 2 de enero de 2022 volamos con JetSmart desde Aeroparque a Jujuy, y desde Salta a Aeroparque, me encantó conocer los 2 aeropuertos!
Contratamos una combi para tooodos los traslados ya que era más cómodo y eso permitía armar un itinerario a medida para el grupo. La empresa era “Silvia Magno” y el mail es reservas@silviamagnoturismo.tur.ar ; le podes enviar este post para que entienda de donde sacaste la recomendación y cómo te puede ofrecer un servicio a tu medida.
Día 1: ruta desde el Aeropuerto a Tilcara. Frenamos en Tumbaya, un mini pueblito que arrancó con el simple propósito de enamorarnos de la provincia, y lo logró. Con 20 minutos es suficiente, tiene un mirador y una plaza preciosa.
En Tilcara nos hospedamos en Hostal de Altura y lo MEGA recomiendo. Es super moderno, cómodo, limpio, una atención excepcional y un desayuno sabroso. (Paciencia si tardan en responder las consultas, no hay muy buena señal de teléfono, aún así Wifi me sirvió para trabajar).
Nos instalamos en el hostal y salimos ruta a Purmamarca, donde almorzamos ZARPADO y barato en “El Patio”, caminamos al mirador del famoso Cerro 7 Colores, que sale $50 (y la verdad no lo vale, simplemente cruzaría la Avenida para tener una mejor vista). Después de dar una vuelta por el pueblo, nos subimos a la combi para hacer ruta, donde frenamos en La Cuesta del Lipan, maravilloso, a 4170 metros de altura sobre el nivel del mar y seguimos con destino a Las Salinas Grandes. Sin palabras. Un pendiente que arrastraba desde que no pude hacerlo en Bolivia, una obligación de lugar para conocer una vez en la vida y un día espectacular que hizo que la visita fuera un sueño. La entrada es gratuita, frenamos al costado de la ruta y listo. Después de casi dos horas compramos una tortilla y volvimos al hostal, antes frenando 5 minutos en la bella Paleta del Pintor.
Día 2: salimos ruta a Humahuaca. Frenamos en un puesto de artesanías gigante en Uquía y apresuramos todo para llegar al famoso Cerro de 14 Colores, no estaba en el itinerario pero no podía no ir! Insistí tanto tanto, valió la pena cada segundo de mi capricho, es una cosa sin igual, te emociona hasta las lágrimas, piel de gallina. Por el mal de altura y la falta de tiempo no hice el minitrekking, que dicen que es difícil, sino que me senté a contemplar desde las terracita que hay ahí, en enero la entrada solo costaba $50!
Volvimos a descansar y tener tiempo libre en Tilcara, me compré unas medialunas y relajé.
Día 3: excursión espiritual y de cansancio sin precedentes, en las Cuevas del Wayra. Una movida de emociones… y unas ganas de abandonar varias veces, requiere experiencia o estado físico porque es un trekking de media dificultad y dependiendo el clima eso lo puede convertir en alta dificultad. Me piden el WhatsApp del guía Javier, un ser divino.
Casi todo duró 4 horas, almorzamos en una YPF y continuamos camino ya que debíamos salir a Salta. Antes frenamos de nuevo en Purmamarca y fue la mejor sorpresa del viaje, hacer el Camino de los Colorados. Te sentís en Marte. Solo tomó 40 minutos, es gratuito y espectacular.
Llegamos a Salta Capital para cenar y dormir.
Día 4: nos levantamos y después del desayuno arrancamos ruta a Cachi. Frenamos en el Puente del paso, hice mi video favorito. Almorzamos en “Lo de Naticho” un lugar de película y unas empanadas de diez. Recorrimos toda La Cuesta del Obispo y me quedé sin palabras, tanto verde, tanta montaña, ¡Tantas curvas! Y vi volar muchísimos cóndores.
Bajamos en El Parque Nacional Los Cardones y sacamos fotos en La Recta de Tin Tin.
Llegamos a Cachi a la hora de la merienda y me senté a trabajar en “Oliver ruta 40”, muy recomendado.
Parte del grupo se fue a la excursión del Ovnipuerto pero yo ya estaba muy cansada.
Día 5: nos levantamos para hacer la ruta a Cafayate. Frenamos en un pueblito que robó mi atención: Seclantás. Volvimos a frenar en Molinos que era un silencio total y nos sorprendimos con una mini degustación gratis en Bodega El Cese, una bodega joven inaugurada en el año 2011, me encantó. Frenamos a almorzar en Angastaco, impresionante lo barato y rico.
De ahí fuimos a otro planeta, a la Quebrada de Las Flechas. Era una incógnita porque al hacer la ruta en temporada de lluvias, la misma podía estar cerrada, pero al contrario de eso el sol brillaba y la sorpresa de esas formaciones rocosas dejó a todos boquiabiertos. Es una maravilla!
Llegamos a Cafayate, nos bañamos y teníamos una reserva para recorrer La Bodega El Esteco. Degustación e información 5 estrellas. Una picada sin igual, empanadas, fogón y vistas alucinantes. Al volver había peña en la plaza y por suerte me quedé porque me sentí tan feliz de ser argentina en esa fiesta de la tradición.
Día 6: un calor que agobiaba y no te daban ganas de hacer ningún trekking. Era mi segunda vez por la ruta 40 de Cafayate a Salta, de nuevo en Marte, de nuevo en ese rojo que hipnotiza y no podes creer que sea real. Frenamos a sacar fotos y obvio en la Garganta del Diablo y el Anfiteatro, dos imperdibles para mi, en diciembre estaban vacíos y esta vez con mucho turista pero sin robar el encanto de estos lugares tan sagrados. La Quebrada de las Conchas es de las cosas más lindas que vi en mi vida!
Día 7: amanecimos en Salta ciudad para hacer el Tren de las Nubes, yo tenía cero expectativas pero fue increíble. Compramos el recorrido que se hace en bus – tren – bus y la ruta en bus es hermosa hermosa hermosa. Incluye desayuno, almuerzo y paradas panorámicas. El tren es más que una peli, literal no lo podes creer, está todo muy bien armado! la historia que cuentan y los datos son super interesantes y las vistas también. Me volví feliz por haberlo hecho y salí sola a cenar unas empanadas tremendas.
Día 8: día libre en Salta ciudad, no me gustó, venía de mucho y con el calor, estaba fastidiosa, tanto que se me rompió una bici en medio de un tour y lo abandoné, después quise hacer el teleférico y la fila era de 2 horas asi que por segunda vez abandoné subir al cerro San Bernardo, excusa para volver siempre las hay!
Para mi sorpresa me gustó más Jujuy, sin duda volvería a las dos ciudades a seguir recorriendo el maravilloso Norte Argentino. Una locura de viaje!
Cualquier duda me escriben 🙂